¡Esperad, esperad! ¿Que no os conté nada de mi sorpresa?
Como podéis imaginar Jeni pensó en que su día especial era el ideal para hacer que fuera el día especial de todos sus invitados. Pensó en papás, pensó en mamás, pensó en primos y amigos… e hizo pensar a todos sus proveedores.
Nunca antes una floristería había tenido que preparar un ramo tan separable a la vez que tan precioso en su conjunto. Nunca antes un salón había tenido que preparar un menú tan sano a la vez que tan exquisito en su totalidad. Nunca antes una pastelería había tenido que preparar una tarta tan dulce a la vez que tan poco azucarada. Pero, sobre todo, nunca antes una copistería había tenido que imprimir tantas veces el libro de un #SimulacroBlogger
Sí, había pedido muchas veces que mi hermana hiciera material mi sueño pero nunca podría haber imaginado que el día de su boda, preparada en 3 meses, iba a ser el elegido para regalármelo.
Pero sí, así es Jeni. Podrá faltarle la liga, lo azul, lo nuevo y lo prestado pero mi libro tenía que estar presente en su día especial.
Y Pippa, que no es de piedra, no pudo ser más feliz.
Y entonces llegó el momento más esperado de la tarde. El momento en el que la novia se levanta con su ramo y pasea hacia sus invitadas…
Habíamos hablado del momento ramo. Había acertado todas las destinatarias, incluida yo misma que había prometido lanzarlo al aire con la mano de mi anillo de casada. Habíamos reído, discutido y debatido sobre el tema pero la canción de la Sirenita sonó y debo reconocer que me hizo mucha ilusión saber que este trocito de ilusión iba a ser mío para siempre.
Pero cuando Jeni me entregó el ramo no me dejó segundos de reflexión (chica lista) y me dio también una caja envuelta en papel de regalo.
– ¡Qué lo abra, que lo abra!
– ¿En serio? ¡Soy yo! ¡Es mi blog! ¡Qué fuerte! ¡Qué bonito! ¡Qué ilusión! Muchas gracias.
Y así es como una Jeni consigue que desvíes la atención del ramo y te lo acabes quedando. Y así es como una hermana te hace la persona más feliz del mundo durante el día de su boda.
Y esto ha sido todo amigos.
Los novios se comprometieron, se estresaron, se casaron, se besaron, se fueron de viaje y volvieron a su rutina.
Y yo hoy solo he venido a hablar de mi libro.
Gracias a todos los que habéis formado parte del #DiarioDeUnaPippa que sois los mismos que nos queréis, cuidáis, animáis y leéis.
Espero que Jeni disfrute leyendo este trozo de su historia tanto como yo he disfrutado escribiéndola.
Te quiere,
Tu Pippa.