Escribí estas conclusiones durante el vuelo que nos acercó de nuevo a España pero hasta hace cinco minutos no tenía claro si quería compartirlas con vosotros o no.
Al final, y como veis, ha ganado el SÍ.
He compartido momentos muy íntimos con vosotros, ¿qué pasa por unas conclusiones?
CONCLUSIONES #SimulacroBlogger
- Mucho trabajo a cambio de muy poco
Cuando el pasado mes de junio os hablaba de este proyecto no podía imaginar la cantidad de horas que iba a acabar dedicándole a este pequeño espacio de la red. ¿A cambio de qué?
De nada.
Es muy difícil abrirse un espacio en este saturado mundo digital. Tan difícil que solo el trabajo constante ya no es suficiente. Tampoco quiero decir que la suerte sea el único elemento necesario para conseguir cuajar en la audiencia pero, está claro, que el trabajo duro ya no es el único requisito. Por lo menos no a nivel particular. Las super bloggers de las que os hablaba el primer día llevan una armada detrás. Armada que gestiona sus vidas y su presencia online. Redactores webs, traductores, fotógrafos, representantes… todo un equipo de profesionales que se encargan de que sus espacios virtuales estén siempre en lo más alto.
En cuanto a ellas, quiero pensar que solo se dedican a levantarse cada mañana y mirar por la ventana para saber en qué país se han despertado. Quiero pensar esto porque pensar en que ellas gestionan su propio trabajo se me hace difícil de creer.
Durante estas seis semanas he experimentado cambios de horarios brutales, dolores de cabeza, picaduras de mosquitos en la cara que me han apartado de los focos (tenía que utilizar esto alguna vez en mi vida) Ha habido días en los que no he tenido tiempo de escribir ni una línea y días en los que no he tenido ganas.
Pero mi #SimulacroBlogger no descansaba y aunque tras 5 días tuve que dejar de actualizar diariamente (hay que ser realista) a veces, he tenido que sacar fuerzas de debajo de las piedras para continuar. No sé si he logrado enganchar a demasiada gente lo que sí que sé es que he tenido varios fans incondicionales y solo por ellos, sobre todo al principio, continué publicando. Poco a poco fui viendo como las visitas se multiplicaban y eso me animó a seguir y a llegar hasta el final.
¿Pero en qué se traducen las visitas cuando tu medio es casi invisible?
En nada.
Pensar que vas a poder vivir de tu propio blog, hoy en día, es tan difícil como pensar que te va a tocar la lotería este fin de semana.
Las cientos de visitas diarias se han traducido a días en orgullo y satisfacción (esto también quería utilizarlo) y a días en impotencia por creer que tienes talento (o eso dicen) y no saber/poder convertirlo en tu medio de vida.
2 – Privacidad
Vivir de tu propio blog implica perder tu privacidad y la de los tuyos. Durante estas seis semanas, como os decía, he compartido momentos muy íntimos con todos los internautas (con el permiso del más afectado) Mi cambio de vida, mi boda, mi viaje soñado… Si habéis seguido el proyecto estoy segura de que habéis acabado formando parte de mi aventura. Por una parte es maravilloso poder compartir. La felicidad, el amor… todas las cosas buenas se multiplican cuando la compartes pero la verdad es que después de estas seis semanas de tanto compartir necesito un descanso.
Necesito sentir que mi vida es mía y de mi gente más cercana. Necesito saber quiénes son los que llaman y siguen interesándose por mí, aunque mi rutina actual tenga poco que ver con la de los días de Simulacro.
Mi vida ha continuado desde el día 24 de julio (último día de #SimulacroBlogger) con la única diferencia de que mi privacidad ha pasado de BAJA a MUY ALTA.
3 – Recuerdo
A cambio de mucho trabajo y muy poca privacidad he logrado algo muy bueno. Os decía hace algunos días que cada vez me obsesiona más el tiempo y su paso rápido por nuestras vidas. Esta obsesión me hace valorar mucho mis recuerdos y sentir una necesidad grande de plasmarlos y hacerlos objetivos.
Fotografías, agendas, diarios… todo lo que recuerda un día feliz, un momento importante no puede pasar sin más. Necesito ponerle forma, poder recurrir a algo cuando mi mente lo necesita.
Mi #SimulacroBlogger va a ser mi joya. Seguirá en internet pero yo espero tenerlo pronto en forma física y real (ejem, ejem, Jeni) para releer mil veces mi propia historia y mantenerla bien fresca en mi memoria para siempre.
4 – Aprendizaje
¿Pero sabéis que es lo mejor que me llevo de este proyecto?
Todo lo que he aprendido.
Cada paso, cada experiencia vivida nos hace aprender y yo durante estos 43 días he aprendido cosas increíbles. He aprendido a valorar lo que tengo, a quedarme solo con las cosas buenas de las situaciones para poder escribirlas después (las malas no interesan a nadie) he aprendido a volar sin miedo (mientras escribía para mi blog me evadía tanto que ni las turbulencias más grandes me llamaban la atención) he aprendido muchas cosas sobre social media. Sí, sé quiénes sois, dónde estáis y desde dónde y cuándo accedéis a mi blog.
Pero, sobre todo, he aprendido que la vida, compartiéndola o no, hay que vivirla a tope.
Y de ahí mi conclusión final:
¡Quiero seguir generando más recuerdos como los escritos en mi simulacro!
¿Hasta pronto?
Ángela